lunes, 17 de diciembre de 2007

MEMORIAS SIN MEMORIA – RECUERDOS PARA OLVIDAR

CRONICA DE UN DESAMOR


CAPITULO I

Cuando la inconciencia y la conciencia se mezclan, cuando el subconsciente el dueño de tu realidad, cuando tus sensaciones no son tuyas, cuando sustancias infernales ahogan tus sentidos… hay...en ese instante cuando te crees el ser mas lucido y sin embargo babeas... Hay en esa situación ves la verdad. ¿Cuál verdad? …Que el amor no existe…
durante años , cuando la inocencia aun habitaba en mi interior y el corazón aun no estaba curtido de dolor y realidad, para mis adentros pensaba; “que otro motor que el amor puede ser la razón de existir del universo, nuestro mundo y todo lo que en el se contiene “…¡¡¡.pensamientos estupidos!!!. El amor no existe. Debe ser alguna patraña publicitaria inventada por las grandes compañías chocolateras para vender esos deliciosos caramelos con formas de corazón… claro en complicidad con las productoras de las inigualables rosas rojas…. Rosas y chocolates…todo se reduce a banalidades.


CAPITULO II

Pero para hacerme entender y de paso entenderme, quiero recordar nuevamente y espero por ultima vez la serie de eventos desafortunados que enraizaron en mi semejante hipótesis existencialista.
Su nombre no importa, incluso lo he borrado de cada rincón donde se llego a escribir, simplemente la llamare X. X no era un ser normal, era mas bien un ser especial que despertó siempre en mi una gama interminable y variada de sentimientos e impresiones; cariño, aprecio, respeto, ganas, envidia, desconfianza, y a la vez extrema confianza, gusto, admiración, inclusive idolatría y adoración, vale aclarar soy ateo. El punto es que X generaba una avalancha de de sensaciones que durante varios años solo alimentaron mi mas sincera y desinteresada amistad. Hasta hay todo normal.

CAPITULO III


El nudo de esta historia empieza a enredarse en el 188 aniversario de la batalla de Boyacá, época en la cual el estreno mundial de la representación grafica de la familia promedio amarilla americana genero un nuevo encuentro entre X y mi persona, nada nuevo, un evento habitual entre los dos pero que se tornaría mas…colorido por ciertas circunstancias del momento. El primer detonante; aquella noche dormiría en casa de X, pero no solo en su casa, además en su cama y por si fuera poco con ella. La preocupación disminuye dado que dichos acontecimientos ya tenían antecedentes sin ningún efecto secundario, la diferencia esta vez era que en el acontecimiento elementos no regulares harían una mezcla un poco alucinógena y explosiva.

CAPITULO IV

Varios eran los ingredientes de esta receta de interacción nocturna:
Una bombilla roja; sutil detalle no premeditado que accidentalmente termino por iluminar la escena del crimen. Está científicamente comprobado que un ambiente rojizo aviva y libera la pasión y los deseos sexuales reprimidos en todos los seres vivos.
Quinientos mililitros de alcohol etílico; ó media de ron, no considero esencial exponer sus efectos ampliamente conocidos.

Dos paqueticos de maní salado; que reducen significativamente la presencia de secreciones salivares en la boca del consumidor. Y una boca seca necesita humedecerse con suma urgencia.

Un mini-componente; el cual reproducía unas secuencias melódicas que parecían exclusivamente compuestas para la ocasión, “música de planchar” explicita en cortejos amatorios, la cual nunca he acostumbrado a escuchar.

El ambiente perfecto que desencadenaría el desorden hormonal del cual me arrepentiría el resto de mi vida.

CAPITULO V

No recuerdo que hora era, minutos perdidos en el tiempo, pero entre la muy amena conversación que iba acompañada de sutiles fricciones cutáneas y brindis en nombre a la amistad, tuve la primera sensación pecaminosa de la noche, pensamiento que inmediatamente ahogué y reprimí en mi interior como ya lo había echo en alguna otra oportunidad, la diferencia esta vez era que en un inocente juego de palabras y caricias de mis dedos en el rostro de X descubrí que no era el único con altos niveles de testosterona, pues cada vez que mis dedos alcanzaban su deliciosa boca el cuerpo de X se estremecía delicada y excitantemente, note que tragaba su propia saliva constantemente y que sus manos no encontraban comodidad en ningún lugar, sus ojos cerrados no lograban ocultar sus evidentes sensaciones, todo su cuerpo pedía a gritos que esa noche fuera distinta a las demás.

CAPITULO VI

La reacción de X frente a mis estímulos era evidente, sorprendente y realmente muy excitante, sin embargo no provoco en mi la mas mínima alegría, al contrario la reciprocidad de mis sentimientos me causo miedo,…si miedo, incertidumbre, desesperación, pavor… tenia que detener esa situación antes que la pasión y el deseo hiciera de las suyas …pero no lo hice… seguí acariciando su rostro, era como acariciar las fauces de un felino con miedo y expectativa a la espera de un zarpazo de la fiera, no logro calcular cuanto tiempo transcurrió, tal vez solo unos segundos o tal vez un par de horas. Fue ella quien detuvo el ritual, hizo un comentario sobre lo que estaba pasando que dibujo una sonrisa en mi cara y se levanto tratando de ir hacia el baño, a lo cual no me opuse pues quería evitar que ese peligroso juego tuviera repercusiones mas serias, realmente quería evitar cualquier encuentro pasional entre X y su narrador.

continua......

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