jueves, 29 de abril de 2010

De fantasmas todos tenemos un poco



Ya entrado en el camino de los años
decidí visitar al coco
Con él mucho me había asustado
Sin conocer siquiera su rostro

Al llegar a su ventana
percibí sin poder hablar
una escena pintoresca
algo muy particular

El pequeño coquito lloraba
y estaba muy asustado
la mamá llamada coquita
preguntó a su hijo amado

"¿Por qué lloras mi buen coquito?
qué te tiene tan perturbado
pero, dime algo pequeñito
no te quedes así callado"

Al escuchar el suceso
se presentó allí don coco
quien alzando a su pequeño
le consoló poco a poco

"Las historias de fantasmas
no le creas a tu tío
nadie vendrá a llevarte
no existe el llamado "NIÑO"
pórtate bien, sé buen coco
y ahora duerme amado hijo"

Después de ver lo ocurrido
en la casa del feo coco
concluí que de fantasmas
todos tenemos... un poco.

MADR

lunes, 26 de abril de 2010

Sigo vivo




Con vos fui buscando mi nombre
a escondidas, en silencio,
fui mirándome en el espejo
y encontrándome desnudo,
a tu lado, ausente de mis miedos
o del reflejo de abismadas caricias;
amé tus miradas, tus sueños, ilusiones
bajo esta sombra de ayeres dolorosos;
sentí alegre la vida, y ahora, en esta sima,
me hundo inexorable en el olvido. Sin ti.

Y digo adiós con las manos vacias,
con la boca quemada por tus besos,
con tu cuerpo, con tus almas,
con el pavor del espejo
observando mi soledad inalterada,
con el orgullo lacerado
mas que con el corazón roto.

con el alma ausente,
con la mirada perdida,
con el nudo en la garganta
y la conciencia ardida.

Y sin embargo sigo vivo.

lunes, 12 de abril de 2010

D


Desesperado; Desenfunde Destornillador.
Decidido me Dispuse a Deslenguarme, a Desnarigarme, a Desorejarme y Desojarme.
Desmotivado y Desmembrado, me Deschavete, Decidí Dejarme De lado.
Después Decidiría el Destino, Durante este Descanso y Doloroso Deceso,
Deseaba tu Déspota Desprecio.
----------------------------------------

martes, 6 de abril de 2010

Por qué algunos colombianos dicen que no entienden a Antanas Mockus


Pensándolo bien es entendible que muchos compatriotas animados por los tradicionales políticos se la pasen diciendo que al candidato presidencial no se le entiende y que confunde al electorado. Y es que para un colombiano normal, cómo entender una política que no sabe a lechona o a tamal; cómo entender a un político que promulga que se debe ganar sin hablar mal de los otros, en un país donde la envidia y el veneno abundan.

Antanas Mockus
Es muy ‘jodido’ que los colombianos podamos entender el discurso de un académico que presenta como tesis de Gobierno el impulso a la cultura ciudadana, algo que nos suena medio europeo o como cuento chino. Que vamos a entender sobre la protección de la vida, la gestión pública transparente y eficiente, y el manejo de los recursos públicos como recursos sagrados, cuando ni el sostenimiento de la familia es sagrado entre los borrachitos padres de familia de nuestra sociedad.
Y no entienden o se hacen los locos cuando el ex alcalde habla de la responsabilidad compartida entre gobierno y ciudadanos. ¿Cómo va a decir esas sandeces? si aquí el pueblo es una ‘santa paloma’ vituperada por los Gobiernos de turno (escondiendo que todo empezó mal al vender el voto).
No es posible, según el razonamiento de algunos paisanos y de los partidos tradicionales, que los colombianos entendamos a un político que hace las cosas diferentes y que ha defendido siempre que el fin jamás justificara los medios (como lo hace la guerrilla o los responsables de los falsos positivos) No entienden cuando dice que una solución para el crecimiento económico es exportar productos de mayor contenido intelectual, cuando los grandes conglomerados económicos han enseñado que ser raso, cooperado y sin prestaciones es la salida para el desempleo.
Seguro convengo con algunos críticos que Antanas Mockus tiene algunos vacios en cuanto a experiencia y su relación con el poder. En que ha tenido comportamientos impulsivos poco discretos como su renuncia a la Alcaldía de Bogotá y su célebre mostrada de nalga en la Universidad Nacional, nada comparable con lo que se le acusa a sus competidores políticos de turno. Pero usar ese alegato, que me tiene cansado, de decir que nadie le entiende, es ponerlo como un genio incomprendido o lo peor a los colombianos como unos verdaderos brutos.
De genio no creo que Mockus tenga mucho, tiene puro sentido común. Le apuesta a la educación algo que sabemos que da fruto pero aún así no cultivamos. Y de brutos los colombianos tampoco tenemos mucho, eso sí, somos influenciables y volubles de unos politiqueros enseñados a prometer más allá de sus posibilidades, enseñados a dar mercaditos, puestos y hasta dinero en efectivo… lo triste es que a esos si les entendemos ¿verdad?


KORY G.G.